Esto de la decoración de interiores es lo mío, me encanta. En esta ocasión, vamos a enfocarnos en el tema de los colores en nuestra casa. Cuando emprendemos una nueva etapa en nuestras vidas, llámese independizarnos o casarnos, hacer un cambio en nuestra casa porque ya hace falta o para que fluya la energía, pensamos qué colores son los indicados. En días pasados estuve tomando un curso, aquí les doy algunos consejitos:
SALA. En la sala no debe faltar el color violeta, porque tiene propiedades sedantes. Es un gran pacificador y neutralizador que absorbe la negatividad del ambiente e irradia energía positiva.
COMEDOR. Como el comedor es una zona importante, puesto que ahí se reúne a diario la familia, nunca debe faltar el color verde, porque se relaciona con la armonía y la comunicación, indispensables para amenizar el encuentro.
COCINA. En la cocina no debe faltar el color blanco, porque simboliza la pureza, el calor, la fuerza y la salud, condiciones que siempre están presente en el arte culinario.
DORMITORIOS. En la recámara de una pareja no debe faltar el color rosa, porque es un tono poderoso, energético y de vibraciones positivas. Promueve el entendimiento amoroso y es un gran armonizador.
En el cuarto de los adolescentes no debe faltar el color azul, porque simboliza la tranquilidad y seguridad que suele faltar en esta etapa de la vida.
En el cuarto de un bebé no debe faltar el color amarillo, porque simboliza la alegría. Es un color tónico pero no excitante y se le considera un escudo, por su capacidad para neutralizar las energías negativas.
